jueves, 24 de abril de 2008

Brigadistas de CONAF: "Héroes Anónimos"





Domingo 17 de febrero de 2008

Brigadistas de CONAF

HÉROES ANÓNIMOS

- En la Región de O’Higgins existen once brigadas, cada una de ellas está integrada por alrededor de 15 o 18 combatientes. También les dicen “charlies” en su lenguaje radial. Su misión es cercar la línea de fuego y evitar que las llamas se propaguen. Tienen claro que ponen en riesgo sus vidas, pero su pasión por el trabajo es mayor.

Pedro Alfaro es experto en prevención de riesgos, sin embargo, prefiere dejar de lado por un tiempo su carrera que terminó en la Universidad de Los Lagos y trabajar como brigadista en la Corporación Nacional Forestal (CONAF) de la Región de O’Higgins.

Este verano lo pasará en el Campamento de la Brigada Peumo 7, ubicada en San Fernando. “Esta es la mejor de Chile”, dice con orgullo y explica que así quedó determinado tras la evaluación anual que hace la corporación a sus equipos de trabajo que combaten el fuego.

En esta misión, lo más difícil para el joven de 25 años es mantener el estado físico. “Es complicado estar en forma. También es difícil mantener el ritmo de trabajo, porque cuando combatimos los incendios estamos en constante movimiento, nunca paramos”.

Este es el segundo verano que Pedro Alfaro se desempeña como brigadista. “Cuando combatimos un incendio forestal nos vamos por el borde, el perímetro del fuego. Recorremos las quebradas con motosierras, palas y otras herramientas. La idea es separar el combustible de las llamas haciendo un cortafuego mineral, es decir, eliminar del perímetro del fuego los pastizales, matorrales y árboles dejando a la vista el suelo mineral que no es combustible, por lo tanto, evita que las llamas se propaguen, al cortar la continuidad vegetal.

El riesgo a sufrir quemaduras es enorme y los combatientes están conscientes de eso. Por este motivo reciben una preparación paramilitar muy rigurosa por parte de CONAF, que además de enseñarles a combatir los incendios forestales, imparte medidas de seguridad y primeros auxilios.

El jefe de la Brigada Peumo 10 de Colonias Escolares de Coya, Rolando Sánchez Sánchez, explica que cuando no están combatiendo incendios forestales, los integrantes de la brigada se preparan con los manuales de primeros auxilios, de seguridad y de combate de incendios forestales. El entrenamiento físico también es constante.

Pedro Alfaro agrega que la preparación teórica va de la mano con los conocimientos entregados por el jefe de Brigada y los jefes de Cuadrilla, quienes constantemente los están evaluando y preparando físicamente.

El resultado de este entrenamiento fue justamente el que se puso a prueba entre el 15 y el 25 de enero, fecha en que se desató uno de los más gigantescos incendios forestales que han azotado ala Región de O’Higgins y que fue controlado recién el pasado lunes 28 de enero.

Una maquinaria agrícola que realizaba excavaciones en el sector de San José de Apalta, en la comuna de Santa Cruz, arrojó una chispa que rápidamente prendió el pastizal de los alrededores. Luego fueron matorrales y finalmente arbolado nativo, incluyendo valiosos robles que se alojaban en lo alto de las cimas de los cerros afectados.

Rápidamente personal de CONAF y sus brigadistas se trasladaron hasta ese lugar. Se declaró Alerta Roja en la zona y se desplegaron millonarios recursos para reestablecer nuevamente la calma en el sector.

En los momentos más difíciles hubo hasta doce helicópteros sobrevolando el siniestro y arrojando enormes cantidades de agua (mil 200 litros en cada vuelo) que complementaban la heroica labor de los brigadistas. El Ejército de Colchagua también se hizo presente a través de las BRIFES, Brigadas Forestales que son preparadas por CONAF para apoyar las labores de combate del fuego.

El director regional de CONAF, Francisco Mendoza Escalas, comenta que se necesitó de la inversión de más de un millón de dólares sólo para costear los helicópteros que combatieron el incendio de Apalta. Al mismo tiempo, agradeció la gestión del cuerpo de Bomberos de la Región de O’Higgins, el Ejército de Colchagua y los empresarios del sector que colaboraron constantemente en este cometido.

Pero la tarea aún no termina. A las tres mil 600 hectáreas que fueron arrasadas por el fuego en este incendio forestal se suman otros siniestros de menor intensidad pero igual de preocupantes para CONAF Región de O’Higgins. Según su director, Francisco Mendoza Escalas, el mejor incendio es siempre aquel que se evita.

Por eso su mensaje a la comunidad es claro: el 100% de los incendios forestales tiene su origen en el descuido del hombre, por eso, no se cansa de pedir a la comunidad que sean responsables al momento de fumar o de prender fogatas. Al mismo tiempo, Francisco Mendoza es partidario de que el fuego no se utilice más como una herramienta de faenas agrícolas.

UN DÍA NORMAL

Entre los meses de noviembre y abril, cuando no hay incendios forestales, los brigadistas se levantan alrededor de las 06.00 AM. Lo primero que hacen es tomar desayuno, luego cumplen distintas labores, tales como aseo y manutención del campamento. Luego se preparan con los manuales de seguridad que da paso al acondicionamiento físico, cuando el reloj marca cerca de las 18.00 horas.

Rolando Sánchez explica que antes es muy arriesgado hacer ejercicios, ya que hay que estar alerta en caso de una emergencia, por lo tanto, no hay tiempo para cambiarse la tenida deportiva por la ropa de combate, los bototos de seguridad y todos los implementos que se requieren para ganarle la guerra al fuego.

Tanto la ropa como los accesorios y las herramientas que deben cargar los brigadistas pueden pesar hasta ocho kilos, por eso es importante contar con un estado físico optimo y excelentes condiciones de salud, las cuales deben ser acreditadas al momento de postular con un certificado médico, explica Sánchez.

Pese a las duras condiciones en las que hay que trabajar, no es poco común ver mujeres luchando en la batalla a las llamas. Al igual que los hombres, ellas deben ser mayores de 18 años y menores de 45, no tener antecedentes penales, haber cursado la enseñanza básica, presentar un certificado de AFP y “tener muchas ganas de trabajar”, señala Rolando Sánchez, quien lleva más de 20 años en CONAF y ha trabajado como brigadista, como jefe de Cuadrilla y ahora se desempeña como jefe de Brigada.

El director regional de la Corporación explica que otro aspecto importante es que CONAF entrega un seguro de vida a cada uno de los brigadistas durante la temporada, seguro que recientemente amplió su cobertura en un 100%.

Aún así, las medidas de precaución son extremas: no sólo se les entregan mascarillas, cascos, ropa especial para enfrentar el fuego, sino que también se les proporciona bloqueador solar, una dieta balanceada con todos los nutrientes que requieren, agua mineral y jugos. Cuanto sea necesario.

SIN TEMOR A NADA

Catherine Larrondo tiene 21 años. Vive en Ovalle, en la Cuarta Región. Como todos los veranos vino a pasear a San Fernando. Pero nada le hizo imaginar que esta temporada sus vacaciones serían distintas.

“Mi tía trabaja en la cocina del Campamento de la Brigada Peumo 7 y yo un día vine a buscarla, entonces el jefe de la Brigada me preguntó si quería unirme al equipo y a mí me gustó la idea, me pareció interesante”, comenta esta joven estudiante de enfermería.

Una vez aceptado el desafío trasladó sus pertenencias hasta el Campamento y decidió no comentarle nada a su familia. No sólo no quería preocuparlos, si no que también prefería que no la sobreprotegieran y reprobaran su decisión por el hecho de ser mujer.

“Cuando comenzó el gran incendio de Apalta yo estaba en Ovalle, entonces los chiquillos me llamaron para que viera las noticias, para que me aprontara a lo que tenía que hacer cuando regresara”, comenta Catherine.

“Vimos las noticias con mi familia y mi abuelita, que es la única que sabe que estoy trabajando en eso me miraba de reojo no más pero no me decía nada. Y yo le dije a mi mamá, ¿se imaginan que yo estuviera ahí? Y ella mama me respondió ‘¿Pero cómo?, si tú eres mujer”, recuerda.

Por esa razón aún no les ha dicho nada... hasta ahora. De todas maneras la diferencia de género no es un tema en CONAF. Hombres y mujeres son recibidos y combaten el fuego de la misma manera: trabajan 12 días y luego descansan tres. Eso sí, Catherine reconoce que sus compañeros son muy amables con ella y siempre están preocupados de que no le vaya a pasar nada. Distintas atenciones que ella por supuesto disfruta y se deja querer.

Nadia Flores

Periodista CONAF
Región de O'Higgins

No hay comentarios: